Y tu recuerdo, permanecido, me está diciendo,
me está diciendo que no hay olvido.
Breve es mi canto, que no te olvida, piel y latido,
piel y latido, sombra encendida.
Llevo en el alma, como puñales, filos metidos,
filos metidos en manantiales.
Ya no te espero, nada me explico, madero muerto,
madero muerto, te crucifico.
A qué has venido? Vuelve al pasado, déjame solo,
déjame solo, quién te ha llamado?
Llevo en el alma, como puñales filos metidos,
filos metidos en manantiales.
lunes, 12 de diciembre de 2011
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El corazón no muere cuando deja de latir; el corazón muere cuando los latidos no tienen sentido...
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