Querer resulta sencillo, qeremos todos los días. Queremos y deseamos constantemente cosas, tangibles o no. Queremos salud, dinero, felicidad, justicia, alimentos, personas, lugares, cosas. Querer es fácil, lo difícil es admitir todo lo qe qeremos, admitir el sentimiento egoísta qe implica qerer. Querer a alguien se ve como una proeza, pero es un acto egoísta, lo qe qeremos es llenar nuestro deseo de satisfacción. Insisto, qerer esta sobre valuado.
Querer y necesitar van de la mano.
Dentro del mismo sentimiento egoísta, necesitar de otro es necesitar qe nos completen de alguna manera. Necesitamos la presencia de esa otra persona, como se necesitan algunas cosas. En algún punto, esa presencia se nos ha hecho imprescindible. Quizás tengan qe ver sus besos, su aroma, el calor de su aliento o simplemente, la seguridad de estirar la mano y tocar su pelo.
Un paso mas allá esta extrañar.
Extrañar, no es muy difícil, pero resulta casi imposible explicarse a uno mismo como es qe llegamos a ese punto. Otra forma de extrañar es echar de menos, o añorar. Ya no es una cuestión de necesidad. Empezamos a sentir un vacío inexplicable.
Echar de menos significa tener en falta, sentir qe no está, qe hay una persona menos, qe se siente el vacío qe deja la presencia, ahora ausencia, de esa persona, en fin, la pérdida. Como en los libros de contabilidad, el debe qeda en cero y el haber,tras la partida, está escrito en números rojos porqe falta. ¿Que falta? Toda la esencia misma de esa persona qe se extraña.
Amar es encontrar en la felicidad de otro la propia felicidad.
Trasciende a qerer, porqe amar es entregarse por completo. No es sencillo llegar a amar. No es sencillo entender a qien nos ama; muchas veces porqe no estamos en situación de sentir en su felicidad la nuestra. Tal vez, despojándonos del ego, nos sea posible amar, hasta entonces, podremos seguir en la gris mediocridad de qerer solamente. Lamentablemente.
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